3 de diciembre de 2020
Alquilar un piso o casa en propiedad puede ser una buena opción para rentabilizar la inversión o ayudar a pagar la hipoteca. Además, la rentabilidad bruta del alquiler en nuestro país se sitúa en el 6,8% según Servihabitat. Por ello, vale la pena plantearse el alquiler, por más que nos preocupe que el futuro inquilino no nos vaya a pagar la renta o que sintamos temor a que la casa sufra desperfectos.
Las dudas que pueden aparecer cuando tomamos la decisión de poner en alquiler nuestro piso pueden ser muchas: ¿qué requisitos debo cumplir?, ¿qué documentación necesito?, ¿cuál es el precio de la renta? ¿cómo selecciono al inquilino ideal? o ¿debo contar con el asesoramiento de un profesional? Y, es que aunque pueda parecer sencillo, hay muchos aspectos a tener en cuenta a la hora de rentar tu piso o casa.
En Area Gestió Immobiliària estamos especializados en ofrecer servicios inmobiliarios 360º como la compra-venta de inmuebles, la gestión de Administración de Comunidades de Propietarios, y también, el Alquiler de Viviendas.
Concretamente y en relación al Alquiler de Viviendas, ofrecemos un servicio de asesoramiento integral y nos encargamos de gestionar el proceso de principio a fin para garantizarte la mayor rentabilidad y el cobro de las rentas. Por ello, a través de este artículo queremos proporcionar información relevante a todas aquellas personas que quieran alquilar su casa y no sepan por dónde empezar.
Para alquilar un piso de forma segura, lo primero que hay que hacer es cumplir una serie de requisitos administrativos. A continuación, detallaremos cuales son los requisitos más importantes para poder alquilar un inmueble.
El primer requisito para alquilar una vivienda es poder demostrar que eres el propietario o propietaria. Para ello, el documento más común para hacerlo es la escritura notarial de compra-venta que se te entregó en el momento de comprar el piso.
La Cédula de Habitabilidad es unos de los documentos necesarios para poder alquilar una vivienda ya que éste, se utiliza para acreditar que la vivienda dispone de todas las condiciones técnicas mínimas para que pueda ser habitada. De esta manera, se suele comprobar el estado de la cocina, baños o los suministros eléctricos.
Es importante comentar que la Cédula de Habitabilidad es un certificado regulado por las Comunidades Autónomas, por lo que cada una establece una vigencia y unos trámites específicos.
Otro de los documentos que tienes que tener en vigor por Ley para poder alquilar tu piso es el Certificado de Eficiencia Energética. En este, se especifica la cantidad de CO2 que emite tu piso y se le otorga una calificación en función del nivel energético, que puede ir desde la “A” hasta la “G”.
Para que tenga validez debe estar suscrito por un técnico profesional y además, es necesario que esté emitido a través de los documentos oficiales reconocidos por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
Tras tener los documentos necesarios, fijar un precio de la renta y haber seleccionado al inquilino ideal (la parte más difícil de todo el proceso), será necesario redactar un contrato de alquiler que cumpla con la normativa establecida en la Ley de Arrendamientos Urbanos.
En el contrato se incluyen una serie de cláusulas que definen las condiciones del arrendamiento del piso, así como los derechos y obligaciones legales tanto del arrendador como del arrendatario. Concretamente, se deberá incluir información sobre la renta mensual, la forma de pago y la duración del contrato. También se recomienda incluir las condiciones del mantenimiento de la vivienda, el importe de la fianza y garantías adicionales (si procede) e indicar el responsable de asumir los gastos de comunidad, IBI o los suministros.
Una vez se haya formalizado el contrato, y tal y como indica la Ley de Arrendamientos Urbanos, el inquilino deberá abonar la fianza que corresponde a una mensualidad de la renta pactada. El importe de dicha fianza deberá ser ingresado por el propietario al organismo de la Comunidad Autónoma correspondiente – en el caso de Catalunya este organismo es el Incasol.
Como hemos comentando anteriormente, el proceso para alquilar un piso no es sencillo ya que hay que tener muchos aspectos: documentación, fijación de la renta, selección de un buen inquilino para asegurar el cobro de la renta, redacción de un contrato que cumpla la ley, ingresar la fianza en los organismos competentes, contratar un seguro, y un largo etcétera.
Por ello es muy recomendable contar con el asesoramiento de un profesional como el de las inmobiliarias, ya que se encargan de la gestión completa de todo el proceso.
En Area Gestió Immobiliària, nuestro asesor cuida al detalle la selección del inquilino y se asegura de la disponibilidad de seguros para situaciones adversas. También procura que el proceso sea sencillo para ti desde el primer día hasta la firma, y todo ello de forma totalmente gratuita. Con posterioridad, en caso de ser necesario, ofrece un servicio completo de administración del alquiler.
Además, recibirás ayuda especializada para establecer un precio adecuado, una tarea complicada teniendo en cuenta todos los factores que influyen (zona, servicios, oferta en los alrededores, tus necesidades…). Y, claro está, no vale cualquier cifra; dependiendo de este número tendremos a un tipo de arrendatario u otro y un precio más atractivo que el que ofrezca la competencia aumenta nuestras opciones.
Por último, nos encargaremos de redactar el contrato de arrendamiento cumpliendo la normativa vigente y ahorrándote posibles sanciones, realizaremos el cambio de titular de los suministros, depositaremos la fianza legal en el Incasol y contrataremos los seguros más adecuados para ti en caso de que lo desees.
Si deseas alquilar tu casa o simplemente estás interesado en que nuestros asesores hagan una valoración gratuita de tu piso sin ningún compromiso, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y nos aseguraremos que obtengas la máxima rentabilidad por tu vivienda.
